Las trufas microdosificadas son un tipo especial de trufas del suelo holandés. Contienen la cantidad justa de psilocibina adecuada para la microdosificación. La dosis es mínima, por lo que es imposible experimentar un efecto alucinógeno. Sin embargo, los efectos positivos son más numerosos que, por ejemplo, el café, el alcohol o las bebidas energéticas. Al trabajar con una microdosis el usuario se vuelve "subperceptivo". Esto significa que alguien es capaz de hacer cosas normales y cotidianas, pero se siente más concentrado, más creativo y menos estresado, y simplemente se siente más ligero en la vida.